Con hondo y lacerante dolor, nuestro pueblo y el Gobierno Revolucionario
han conocido del deceso del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías y se
aprestan a rendirle sentido y patriótico homenaje en su entrada en la
Historia como Prócer de Nuestra América.
Expresamos sinceras condolencias a sus padres, hermanos, hijas e hijo y a
todos sus familiares que ya son nuestros, como Chávez es también hijo
de Cuba y de la América Latina y el Caribe, y del mundo.
En este momento de profunda tristeza, compartimos los más entrañables
sentimientos de solidaridad con el hermano pueblo venezolano al que
acompañaremos en todas las circunstancias.
La Revolución Bolivariana tendrá nuestro resuelto e irrestricto apoyo en estas difíciles jornadas.
A nuestros compañeros de la Dirección Político-Militar bolivariana y del
Gobierno venezolano reiteramos nuestro respaldo, aliento y fe en la
victoria.
El Presidente Chávez ha protagonizado una extraordinaria batalla a lo
largo de su joven y fecunda vida. Lo recordaremos siempre como militar
patriota al servicio de Venezuela y de la Patria Grande; como honesto,
lúcido, osado y valiente luchador revolucionario; como líder y
comandante supremo que reencarnó a Bolívar para hacer lo que él no pudo
terminar; fundador de la Alianza Bolivariana Para los Pueblos de Nuestra
América y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
Su heroica y denodada lucha contra la muerte es un insuperable ejemplo
de firmeza. La admirable entrega de sus médicos y enfermeras ha sido una
proeza de humanismo y consagración.
El regreso del Presidente a la Patria venezolana, que tanto quiso,
cambió la historia. “Tenemos Patria”, exclamó Chávez con emoción el
pasado 8 de diciembre, y regresó a ella para afrontar los mayores
riesgos que imponía la enfermedad. Nada ni nadie podrá arrebatar al
pueblo venezolano la Patria rescatada.
Toda la obra de Chávez aparece invicta ante nosotros. Las conquistas del
pueblo revolucionario que lo salvó del golpe de abril del 2002 y lo ha
seguido sin vacilación, son ya irreversibles.
El pueblo cubano lo siente como uno de sus más destacados hijos y lo ha
admirado, seguido y querido como propio. ¡Chávez es también cubano!
Sintió en su carne nuestras dificultades y problemas e hizo cuanto pudo,
con extraordinaria generosidad, especialmente en los años más duros del
Período Especial. Acompañó a Fidel como un hijo verdadero y su amistad
con Raúl fue entrañable.
Brilló en las batallas internacionales frente al imperialismo, siempre
en defensa de los pobres, de los trabajadores, de nuestros pueblos.
Enardecido, persuasivo, elocuente, ingenioso y emocionante, habló desde
las entrañas de los pueblos, cantó nuestras alegrías, y declamó nuestros
versos apasionados con perenne optimismo.
Las decenas de miles de cubanos que laboran en Venezuela le rendirán
homenaje con el ferviente cumplimiento del deber internacionalista y
seguirán acompañando con honor y altruismo la epopeya del pueblo
bolivariano.
Cuba guardará eterna lealtad a la memoria y al legado del Comandante
Presidente Chávez y persistirá en sus ideales de unidad de las fuerzas
revolucionarias y de integración e independencia de Nuestra América.
Su ejemplo nos conducirá en las próximas batallas.
¡Hasta la victoria siempre!